Guía para elegir la colchoneta para camping que necesitas

Empecemos por lo más importante. Si estás leyendo esto significa que estás considerando pasar algunas noches al aire libre, pero ¿realmente necesitas una colchoneta para acampar? La respuesta es un rotundo SÍ. Las colchonetas para camping tienen dos roles fundamentales: el aislamiento y la comodidad. Tener una superficie cómoda dónde dormir es importante, pero no tanto como mantener el aislamiento. Es por eso que hemos preparado esta guía para elegir la colchoneta para camping que necesitas.

La función de darte mayor comodidad queda clara por sí misma, pero ¿qué es el aislamiento? Se refiere a la capacidad de una colchoneta para 1) aislar el frío y la humedad del suelo y 2) evitar que el calor de tu cuerpo se escape. Básicamente funciona como una barrera que mantiene el calor por un lado y repele el frío por el otro. Por lo tanto, potenciará la función de tu bolsa de dormir y permitirá que tengas un mejor descanso.

Tipos de colchonetas

Este tema lo tratamos con mayor detalle en un blog anterior, pero es imposible hablar de colchonetas y no mencionar los tipos. Además, buscamos que esta guía sea lo más completa posible para que cuando llegues al final sepas qué colchoneta necesitas para tu siguiente campamento.

Existen tres tipos de colchonetas:

Colchonetas de espuma o de celdas cerradas

Estas colchonetas suelen ser plegables, económicas y súper ligeras. Además, tienen una vida útil muy larga porque suelen ser resistentes y no es posible que se perforen, como las colchonetas inflables o autoinflables. Así que puedes llevarlas en la parte exterior de tu mochila sin temor a que se dañen o pierdan sus propiedades.

Sin embargo, se trata una colchoneta básica que no tiene un alto nivel de aislamiento, así que en climas muy fríos será mejor llevar otro tipo de colchoneta o combinar una colchoneta de espuma con una de otro tipo. También suelen ser menos cómodas y no tan suaves, pues suelen tener un grosor aproximado de 1.6 cm. Otro punto en contra que tienen es que suelen ser muy voluminosas y ocupan un espacio considerable de tu equipaje. Son ligeras, pero no portátiles.

Colchonetas inflables

Si hablamos de comodidad, las colchonetas inflables se llevan el premio. Pueden alcanzar un grosor de hasta 8 cm o incluso más, así que el confort es una de sus principales propiedades. Al ser inflable, puedes regular la dureza o suavidad de la colchoneta aumentando o quitándole aire. Además, al establecer tanto espacio entre nuestro cuerpo y el suelo, su propiedad aislante es mayor que en las colchonetas de espuma. También suelen ser ligeras y son el tipo de colchoneta más compacta entre las tres. Por lo tanto, casi ni las sentirás en tu mochila.

Hasta ahora todo suena muy bien, pero debes saber que este tipo de colchonetas tienen algunos contras. En primer lugar, pueden perforarse si no tienes cuidado. Esto puede suceder con piedras o ramas muy afiladas en el piso, con crampones o con las garras de algún animal, pero nada que un kit de parches no pueda solucionar y una colchoneta de doble pared no pueda resistir. En segundo lugar, está el hecho de que debes inflarlas. Hacerlo con la boca no es una buena idea porque los residuos de saliva ocasionan que se genere moho en el interior y, por lo tanto, disminuye su rendimiento y daña los tejidos. Así que recomendamos llevar un inflador portátil.

Colchonetas autoinflables

¿Este tipo de colchonetas son iguales a las inflables, pero con un mecanismo de autoinflado? La respuesta es NO. Las colchonetas autoinflables tienen en su interior una espuma de celdas abiertas, mientras que las colchonetas inflables son vacías. Estas celdas de la espuma tienen la propiedad de acumular aire y expandirse.

Al tener una capa de aire y espuma que separa tu cuerpo del piso, su capacidad aislante es mucho mayor que cualquier otra colchoneta. Incluso con un grosor de 3 a 5 cm alcanzan un buen nivel de aislamiento. Además, son casi tan cómodas como las colchonetas inflables y también puedes regular su firmeza aumentado o quitando aire. En cuestiones de espacio, no llegan a ser tan portátiles, pero ocuparán poco espacio en tu mochila.

Por otro lado, a pesar de ser más duraderas que las colchonetas inflables, también pueden sufrir perforaciones. Por eso siempre es una buena idea llevar un kit de parches. Finalmente, entre los tres tipos de colchonetas son las más pesadas y las más costosas.

Tipo de viaje o situaciones de uso

Ahora que conoces los tres tipos de colchoneta y llegó la hora de elegir una, no debes perder de vista en qué situación la utilizarás. Debes lograr el equilibrio entre el aislamiento que necesitas y el peso y el volumen que puedes llevar como equipaje. Estas son algunas situaciones que podrías tomar como ejemplo:

• Campamento en la playa o en la selva: Normalmente se trata de lugares con un clima templado o cálido, así que el aspecto aislante no será lo más importante. En este caso, podrías llevar una colchoneta de espuma o, si el espacio es un problema, una colchoneta inflable.
• Campamento en la montaña: En un viaje de este tipo la clave es el aislamiento, así que te recomendamos escoger una colchoneta autoinflable a ojos cerrados. Un valor R alto es importante en este tipo de viajes, pero eso te lo explicaremos unas líneas más abajo. De hecho, si las temperaturas que enfrentarás son muy bajas, podrías complementar esta colchoneta con una de espuma. La de espuma iría como base para aumentar el aislamiento y proteger a la colchoneta autoinflable de cualquier posible perforación.
• Cicloturismo: La clave en estos casos es viajar ligero, pero tener un alto nivel de aislamiento porque es posible que debas dormir a la intemperie. Por lo tanto, la mejor alternativa sería una colchoneta autoinflable.
• Viaje de mochilero: Cuando se trata de viajar por largos periodos de tiempo y solo son tu mochila y tú, no hay mejor elección que una colchoneta inflable. Ocupará un mínimo espacio en tu mochila y te brindará el confort y aislamiento que necesitas.

¿Qué es el valor R?

Es probable que te topes con este término mientras buscas una colchoneta, así que debes saber a qué se refiere. El valor R mide la capacidad de la colchoneta para resistir la fuga de calor. Mientras más alto sea el valor R, mayor será la capacidad aislante de la colchoneta.

El valor R puede ir desde 1 hasta 6. Para actividades de montaña es recomendable un valor mínimo de 2.5 a 3. Por ejemplo, Sea to Summit hace una diferenciación entre las personas friolentas o “Cold Sleepers” y las personas calurosas o “Warm Sleepers”.

¿Y qué pasa si utilizo dos colchonetas? En ese caso, los valores R de ambas se suman y te dan un resultado más alto. Es por eso que para climas muy extremos recomendamos utilizar dos colchonetas, así podrías alcanzar fácilmente valores de 4 o 5.

Debes tener en cuenta que no todas las colchonetas indican el valor R que tienen. En su lugar, algunas establecen si son para dos, tres o cuatro estaciones.

No descuides otros elementos de tu sistema de sueño

Si has llegado hasta este punto, ya debes tener una idea de qué tipo de colchoneta necesitas. Ahora solo deberías buscar aquella que te guste y que cumpla con el peso, valor R y medidas que buscas. No obstante, creemos que es importante recordarte que un buen descanso en un campamento depende de todo el sistema de sueño, no solo de la colchoneta. Un sistema de sueño está compuesto por la colchoneta, la bolsa de dormir, la ropa que llevas y algunos elementos opcionales como una almohada o un liner. Todos trabajan en conjunto para mantener calor de tu cuerpo y brindarte comodidad.

Recuerda que si tienes alguna duda o necesitas una recomendación, puedes escribirnos a Whatsapp para poder ayudarte. Estamos comprometidos con hacer de tus salidas al aire libre una experiencia inolvidable.

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